Fetiches recomendados
- MACHOS
- 17 mar 2018
- 3 Min. de lectura
El fetichismo es una manifestación común de la conducta sexual en la humanidad cualquier sea su orientación. Sin embargo desde principios del siglo XX se han hecho conocidos (y a veces públicos) los deseos fetichistas, principalmente en los hombres y con mayor divulgación desde aproximadamente 30 años en algunos grupos de la comunidad gay.
Al mismo tiempo, la sociedad en general, con la complacencia y el asesoramiento de gran parte de los profesionales de la salud mental, han calificado a las prácticas sexuales fetichistas de enfermizas y degeneradas.
La mayoría de los hombres gay han adherido a esta calificación quizás para no seguir sufriendo discriminaciones sobre discriminaciones y muchos de los que descubrieron desde muy temprano la satisfacción que le producía una práctica sexual fetichista, la ocultaron o reprimieron.
Actualmente, desde distintos ámbitos se está trabajando para esclarecer y cuestionar los “modelos normales héterosexistas” de expresión de los deseos.
Te invitamos a participar en este nuevo espacio en el que hablaremos y mostraremos las múltiples posibilidades que ofrece el ejercicio de una sexualidad fetichista plena.
Si formas parte del todavía pequeño número de hombres gay que se ha sobrepuesto a las acusaciones de enfermo o degenerado podrás ayudarnos también para que muchos otros, no visibles, puedan liberarse de las imposiciones externas y las represiones internas.
Las respuestas hay que buscarla en aquellos placeres primarios, en los momentos donde éramos sólo unos indefensos mamíferos que en los primeros precarios instantes de nuestras existencias, luchábamos para sobrevivir. Muy cerca nuestro estaban esos otros mamíferos mayores (que generalmente iban van cumpliendo las funciones de nutrirnos y protegernos). Intercambiamos con ellos vibraciones táctiles de piel con piel mezcladas con olores y secreciones mutuas.
La piel, la boca, el culo y los esfínteres eran los recursos que teníamos para comunicarnos con el mundo y empezábamos a registrar el goce que nos producía la sensación de seguir viviendo cuando las necesidades de alimentos y calor nos eran cubiertas y nuestros cuerpos se relajaban en el interjuego de recibir-expulsar.

Beso Negro (práctica)
Fuimos un cuerpo total no diferenciado, deseante, que reclamaba satisfacción constante.
Se dice que las conductas sexuales fetichistas son aquellas en las cuales un objeto cualquiera o una parte de nuestro cuerpo no genital nos excitan y llegamos al orgasmo a través del contacto con ese objeto o esas partes que hemos erotizado y que no tienen ninguna relación necesaria con los órganos sexuales que son los que deberían ser “normalmente” excitados para alcanzar el tipo de goce socialmente establecido.
El contacto corporal erótico total inicial, entre los mamíferos humanos, es paulatinamente direccionado, disciplinado por un modelo de satisfacción cultural permitido. Los esfínteres deben ser controlados, el amamantar tiene que estar regulado por los horarios, el acompañar en el paso de la vigilia al dormir es responsabilidad de unos adultos y no de otros.
Sin embargo las normas que imponen las costumbres casi nunca se imponen plenamente a los deseos y goces iniciales.
Fetiches gais más populares:
Ropa Deportiva
Los hombres gay (en general jóvenes) en los gimnasios, en algunos deportes, en la exposición de los cuerpos al aire libre empiezan a despertar el interés erótico en remeras y pantalones transpirados, medias y zapatillas.
Oliendo Calzoncillos

La ropa no sólo transpirada, sino muy sucia y con olores intensos son para muchos una fuente de gran excitación. A las de los deportistas se le suman los calzoncillos muy usados y manchados.
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